¿Cómo responder a la crisis climática y considerar el papel del turismo en esto si nos faltan más datos?, nos preguntamos. Ofrecemos algunas investigaciones y herramientas a los viajeros y a la industria del turismo para ayudar y expandir nuestra forma de pensar sobre el tema.
Como podemos leer acerca de la crisis del cambio climático, el papel que los viajes y el turismo desempeñan junto a las emisiones de carbono de los vuelos, son un problema.
La realidad es que las emisiones globales de carbono, sobre todo en su tráfico aéreo, aumentan a medida que el número de pasajeros y turistas sube.
Sin embargo, los vuelos no son el único problema en la intersección de turismo, sino también las emisiones de carbono y la crisis climática. De hecho aunque dejemos de volar del todo, entraríamos en otros puntos y pérdidas, ya que muchos de los viajes son por motivos industriales. Así que la pregunta real sería, ¿cómo bajar el tráfico aéreo y el turismo masivo para ayudar en esta crisis climática?
Vuelos y emergencia climática
Afortunadamente, cada día se miran más las acciones de los viajeros y las empresas de turismo sobre el terreno una vez que el avión ha aterrizado y comienzan a disfrutar de sus vacaciones.
Por ejemplo, hay una reciente investigación de turismo con respecto a las emisiones de carbono producidas sobretodo en viajes de vacaciones u ocio que arroja un resultado sorprendente: que la huella de carbono de los alimentos, o foodprint a veces puede ser mayor que la del transporte utilizado para llegar al destino de vacaciones.
Esto se alinea con un proyecto del 2019 que se centra en calcular la huella ecológica que vamos dejando, una herramienta para medir el impacto ambiental de un recorrido o itinerario. En el momento, sus resultados pusieron de relieve que la huella de carbono de los alimentos puede ser mayor que la del transporte o alojamiento.
Lo que esta investigación muestra es por qué medir esto es tan importante y es que, a veces, las áreas que reciben la mayoría de la prensa y la atención reciben mayor impacto, positivo o negativo.
Seamos pragmáticos, posiblemente la eliminación no sea la opción, si no la optimización mediante estudios y varios enfoques sobre el auténtico impacto que tenemos sobre el clima. Para lograr la menor huella posible a expensas de una experiencia agradable en nuestros viajes, por ejemplo, podemos comer verduras de la zona exclusivamente, evitar transporte de alta emisión, etc. La mejor opción será siempre encontrar un equilibrio óptimo entre la calidad de la experiencia de viaje, que incluye experimentar la cocina local, la cultura la hospitalidad, alojamiento confortable, una diversidad de lugares destacados y actividades sostenibles. ¿Cómo podríamos actuar tras la pandemia? En este artículo de Villaostro, algunas reflexiones.
La calculadora online de impacto climático, es gratuita y está disponible para todas las empresas de turismo, permite a los proveedores de viajes ajustar los diferentes segmentos de sus itinerarios y comprender el impacto ambiental de los ajustes sobre la marcha. Los operadores turísticos podrán darse cuenta de que con un uso inteligente, es un modo de sostenibilidad que se debería ir implementando. Pero el primer paso es entender dónde están los mayores culpables de las emisiones de carbono.
Calcular la huella climática
La herramienta muestra cómo las opciones de transporte, alimentos, electricidad, electrodomésticos, hogar, compras y otras actividades pueden tener un impacto en las emisiones de carbono.
Vale la pena hacer uso de la calculadora en línea usando distintas variables y cambiar la respuesta, para representar el total de acciones que podrás hacer durante tu viaje y en tu día a día.
Por ejemplo, hemos ajustado el número de horas de vuelo que nos llevará, el porcentaje de alimentos de origen local que compraremos, y en general la cantidad de cosas que más o menos se consumirán tanto de bienes como de alimentación y otros factores, para ver en cada iteración cual es el cálculo y la diferencia que cada uno de estos cambios hace en nuestra huella de carbono total. La idea: usar la herramienta para incrementar su comprensión y poder encontrar modos óptimos y equilibrados de viajar.
No podemos imaginar una vida en la que estemos privados de los placeres de vivir, y una vida de ermitaño sabemos que no es opción. En cambio, esta herramienta nos ilumina y ayuda con nuestros comportamientos individuales y nuestra propia huella ambiental, pudiendo subsanarla bastante.